lunes, 31 de octubre de 2011

MOVILIDAD Y TECNOLOGÍA


Hoy publica un diario de nuestro país un artículo que bajo el título de “La tecnología fulminará los atascos” hace una loa de las promesas que nos trae la tecnología para solucionar los problemas de movilidad en automóvil y me ha venido a la memoria mis andanzas en esos mundos de los ITS, incluyendo el Congreso de ERTICO que trajimos a Bilbao en junio de 2001 y que fue un acicate para que profundizásemos en la aportación de las nuevas tecnologías a la solución de nuestros problemas de movilidad que por aquel entonces se circunscribían a los problemas de accesibilidad a Bilbao y los continuos atascos en la A-8, en sus tramos metropolitanos. O al menos eso creíamos en aquel momento.
Mucho ha llovido desde entonces (10 años) pero algunos de los proyectos que presentamos en 2001 en el marco del Congreso Europeo ITS 2001 todavía están al alcance de la ciudadanía a la hora de planificar sus desplazamientos en automóvil.


Este es el caso de BIZKAIMOVE: Una herramienta para que el usuario del sistema metropolitano de movilidad motorizada decida cómo moverse.
Entre otros proyectos de aquella época tengo que reconocer que uno de los más efectivos fue el de la limitación de velocidad en la A-8 a 80km/h con señales de tráfico convencionales. Mucho más efectivo que el despliegue de todos los pórticos de señalización variable que se implantaron para no informar de nada. Esto demuestra que a veces por mucha tecnología que tengamos no conseguimos resultados si detrás de esta tecnología no aplicamos un trabajo colaborativo entre las administraciones involucradas en esta materia.


La tecnología nos ayuda, y mucho, a realizar nuestro trabajo pero no es la solución a nuestros problemas. La solución a nuestros problemas viene de la visión del modelo que queremos desarrollar y del estilo de liderazgo que infundamos a nuestra actividad.

miércoles, 26 de octubre de 2011

SOBRE PEATONES


He recuperado de mis recuerdos la carta europea del peatón que incluyo a continuación para no olvidar que si creemos que lo más importante en la ciudad son las personas a ellas debemos dirigir nuestras políticas de movilidad.

CARTA EUROPEA DE LOS DERECHOS DEL PEATÓN

(Resumen de la Resolución del Parlamento Europeo de Octubre de 1988)

1. El peatón tiene derecho a vivir en un ambiente sano y a disfrutar libremente del espacio público en las condiciones de seguridad adecuadas para su salud física y psicológica.

2. El peatón tiene derecho a vivir en centros urbanos o rurales organizados a medida del hombre y no del automóvil, y a disponer de infraestructuras a las que se pueda acceder fácilmente a pie o en bicicleta.

3. Los niños, los ancianos y los minusválidos tienen derecho a que la ciudad constituya un lugar de socialización y no de empeoramiento de su situación de debilidad.

4. Los minusválidos tienen derecho a que se tomen medidas específicas que les permitan toda movilidad posible, como la demolición de las barreras arquitectónicas y el acondicionamiento de los medios públicos de transporte.

5. El peatón tiene derecho a que se le reserven zonas urbanas la más amplias posible, que no sean meras "islas de peatones", sino que se inserten coherentemente en la organización general de la ciudad.

6. El peatón tiene derecho, en particular:

a.-al respeto de las normas relativas a las emisiones químicas y acústicas de los vehículos de motor consideradas científicamente como soportables;
b.-a la implantación generalizada en el transporte público de vehículos que no sean fuente de contaminación atmosférica o acústica;
c.-a la creación de "pulmones verdes", incluso mediante obras de repoblación forestal urbana;


d.-a la limitación de la velocidad mediante una reforma estructural de las calles, cruces (por ejemplo con ayuda de isletas), de manera que los automovilistas rectifiquen la velocidad y se garantice el tráfico de peatones y bicicletas;
e.-a la prohibición de difundir mensajes publicitarios que fomenten el uso equivocado y peligroso del automóvil;
f.-a sistemas eficaces de señalización concebidos también para quienes están privados del sentido de la vista o del oído;
g.-a medidas específicas que permitan detenerse, acceder y recorrer calles y aceras (por ejemplo: pavimentación no resbaladiza; rampas que permitan superar el desnivel con el plano de la calle; adecuación de las dimensiones al destino de las calles; medidas especiales durante el desarrollo de trabajos de construcción; protección contra el tráfico automovilístico mediante elementos urbanos; creación de puntos de parada y descanso, pasos subterráneos y puentes que faciliten el cruce);
h.-a la introducción de un sistema de responsabilidad objetiva o de riesgo de modo que aquel que sea responsable de la creación de un riesgo asuma las consecuencias financieras (como, por ejemplo en Francia desde 1985).

7. El peatón tiene derecho a una movilidad completa y libre que puede realizarse mediante el uso integrado de los medios de transporte. En particular, tiene derecho:

a.-a un servicio de transportes públicos articulado y debidamente equipado para responder a las exigencias de todos los ciudadanos hábiles o minusválidos;
b.-a la implantación de carriles para bicicletas en todo el casco urbano;
c.-a la disposición de áreas de aparcamiento que no incidan en la movilidad de los peatones y en la posibilidad de disfrute se los valores arquitectónicos.

8. Todos los Estados miembros debe procurar que el público reciba toda la información necesaria sobre los derechos del peatón a través de los canales más idóneos y a partir de los primeros niveles de enseñanza escolar.

viernes, 14 de octubre de 2011

ONCE AGAIN: “WORK SMARTER, NOT HARDER”


Todd Litman, director del Instituto de Política de Transportes de Victoria (Canada) ya nos avisa que estamos haciendo más de lo mismo en materia de movilidad:
“Hay una gran necesidad de mejores soluciones a nuestros problemas de transporte. Con demasiada frecuencia, las soluciones consisten en simplemente más de lo mismo: la construcción de más carreteras, la ampliación de plazas de aparcamiento, mantener bajos los precios del combustible, la compra de más automóviles, el aumento de las subvenciones al transporte, en general, dedicando cada vez más recursos públicos y privados para el transporte”.

Hay buenas razones para cuestionar este tipo de soluciones.

Su propuesta de cambiar el enfoque y apoyarnos en la Gestión de la Demanda de Transportes es una línea de trabajo que no se ha prodigado mucho por estos lares. Sí en algunos países europeos que están desarrollando políticas de Gestión de la Movilidad en torno a EPOMM, la plataforma europea que promueve este novedoso enfoque.

Aquí ha sido “Eusko Ikaskuntza – Sociedad de Estudios Vascos” la que más se ha acercado en el plano teórico a estos planteamientos a través de su programa de desarrollo sostenible BAI.

¿Cuándo pasaremos de la teoría a la práctica?