Hoy publica un diario de nuestro país un
artículo que bajo el título de “La tecnología fulminará los atascos” hace una loa de las promesas que nos trae la tecnología para solucionar los problemas de movilidad en automóvil y me ha venido a la memoria mis andanzas en esos mundos de los ITS, incluyendo el Congreso de
ERTICO que trajimos a Bilbao en junio de 2001 y que fue un acicate para que profundizásemos en la aportación de las nuevas tecnologías a la solución de nuestros problemas de movilidad que por aquel entonces se circunscribían a los problemas de accesibilidad a Bilbao y los continuos atascos en la A-8, en sus tramos metropolitanos. O al menos eso creíamos en aquel momento.
Mucho ha llovido desde entonces (10 años) pero algunos de los proyectos que presentamos en 2001 en el marco del
Congreso Europeo ITS 2001 todavía están al alcance de la ciudadanía a la hora de planificar sus desplazamientos en automóvil.
Este es el caso de
BIZKAIMOVE: Una herramienta para que el usuario del sistema metropolitano de movilidad motorizada decida cómo moverse.
Entre otros proyectos de aquella época tengo que reconocer que uno de los más efectivos fue el de la limitación de velocidad en la A-8 a 80km/h con señales de tráfico convencionales. Mucho más efectivo que el despliegue de todos los pórticos de señalización variable que se implantaron para no informar de nada. Esto demuestra que a veces por mucha tecnología que tengamos no conseguimos resultados si detrás de esta tecnología no aplicamos un trabajo colaborativo entre las administraciones involucradas en esta materia.
La tecnología nos ayuda, y mucho, a realizar nuestro trabajo pero no es la solución a nuestros problemas. La solución a nuestros problemas viene de la visión del modelo que queremos desarrollar y del estilo de liderazgo que infundamos a nuestra actividad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario