Últimamente las planificaciones para alcanzar objetivos de sostenibilidad tienen horizontes que alcanzan el 2050 como año en el que se verán cumplidos nuestros planteamientos.
La Comisión Europea acaba de aprobar un nuevo libro blanco sobre la estrategia a seguir para transformar el sistema de transportes europeo en otro realmente “sostenible” con la denominación de TRANSPORTE 2050.
El Plan de Indicadores para la sostenibilidad de nuestra ciudad, Vitoria-Gasteiz, mantiene el escenario de 2050 como aquel en que seremos una verdadera ciudad sostenible. Y así algunos casos más…
En definitiva estamos pasando de una planificación 2020 a otra 2050. Y no digo que esto esté mal: “la madurez política de una sociedad se mide por su capacidad para pensar a largo plazo” y los ejercicios de prospectiva deben de ser intergeneracionales.
El peligro que encierra este planteamiento en sociedades no maduras es el de transferir la ejecución de las políticas necesarias a las generaciones venideras y demorar de esta forma la toma de decisiones a la oportunidad de alguna crisis que habrá que crear.
Desde hoy podemos preparar nuestras ciudades para la movilidad sostenible tomando decisiones valientes para apostar decididamente por los modos peatonal y ciclista. Y sin grandes costes.
Desde hoy se puede restringir el uso del automóvil en nuestros centros históricos, regulando el aparcamiento en destino y controlando el tráfico parásito por los mismos. Y sin grandes costes.
Desde hoy podemos prestigiar el transporte público colectivo dando ejemplo, en primer lugar los políticos, renunciando a los coches oficiales y llegando a trabajar en transporte público, andando o en bicicleta: liderando con el ejemplo. Y sin grandes costes.
Desde hoy podemos intenta vivir cerca de las paradas de transporte público y del trabajo.
Movernos a pie, en bicicleta, en transporte público y, si hay que hacerlo en coche, que sea compartido.(Car-pooling y Car-sharing)
Solicitar un horario de trabajo flexible o, en su caso, teletrabajo.
Y si hay que conducir, hacerlo de forma eficiente para reducir las emisiones de gases contaminantes.
Y si verdaderamente necesitamos un coche que sea híbrido o eléctrico, pero no para andar por la ciudad.
Cuidemos los espacios urbanos de encuentro y relación de las personas.
Animemos a nuestra empresa a que ponga en marcha un plan de transporte al lugar de trabajo.
Llevemos a nuestros hijos e hijas a la escuela más cercana.
Participemos en el Foro Ciudadano por la Movilidad Sostenible de nuestro municipio.
Asociémonos con los ciclistas urbanos o con aquellos que promueven la movilidad sostenible en nuestra ciudad.
No esperemos hasta el año 2050 para hacer cosas que podemos hacer hoy.
Grandes ciudades, mejor pocas
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Cuando se leen las opiniones de bastantes políticos (también de algunos
técnicos y de muchos comentaristas y “tertulianos”) sobre el tamaño de las
ciudad...
Hace 3 semanas
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